El quinto estilo

Monday, May 17, 2010

Congreso Argentino de Piletas de Natación y Afines

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Sunday, May 16, 2010

La patada delfin subacuatica, el arma secreta de Phelps

La natación, un deporte en el que podría parecer que ya no le quedan secretos por descubrir, no deja de sorprender por los avances cronométricos constantes que va obteniendo, además de la influencia de los bañadores de nueva generación, la evolución tiene que tener otras explicaciones.

La popularización de las cámaras subacuáticas, la democratización del conocimiento hacia más entrenadores, el surgimiento de muchos más grupos de entrenamiento en la élite que antes, posiblemente existen muchos factores añadidos que permiten disponer de un deporte que avanza.

Sin embargo, algunos aseguran que el avance más significativo ha sido la reactivación de una maniobra de natación desarrollada hace más de 70 años por uno de los físicos que trabajaron en la bomba atómica.

Aunque utilizado durante décadas, la patada de delfín submarina no había sido plenamente aprovechada por la natación hasta la aparición de Michael Phelps y algunas otras estrellas quienes comenzaron a pulir la técnica en los últimos años. A ello se le une la tecnología de los nuevos bañadores, cada vez más adaptados para rebajar la fricción bajo el agua.

Los norteamericanos han sido los principales valedores de este nuevo estilo, así su director técnico Mark Schubert asegura "actualmente no se puede tener éxito sin esta capacidad,". "Es un arma", asegura Jonty Skinner, el director de ciencia de rendimiento para el equipo nacional de los EE.UU.

“Ha sido un salto de diferencia cuántica", dijo recientemente el entrenador de Michael Phelps, Bob Bowman. "Michael pasa 13 metros bajo el agua en lugar de cinco. Eso gente como Ian Thorpe no lo hicieron." Continuaba Bowman cuando analizaba las carreras de Phelps en Melbourne 2007 cuando este batió el record del mundo de 200 libre de Thorpe. Según Bowman la diferencia del 1:44.06 de Thorpe del 2001 y los 1:43.86 de Phelps en el 2007 está en los virajes donde el americano mantiene el movimiento ondulatorio submarino mucho más tiempo.

No es que el resto de nadadores no utilice este movimiento, es que Phelps lo ha perfeccionado y lo ha incorporado como una ventaja competitiva real. Muchos nadadores de élite lo utilizan desde hace años, pero sin conocer que su aprovechamiento hasta el límite reporta una rebaja de tiempos muy significativa. Según los expertos el movimiento de delfín submarino es el estilo de natación más rápido, a excepción del crol en pruebas de 50 metros.

La patada de delfín submarina fue estudiada principios de la década de 1930 por el profesor Volney Wilson, antes de que este dedicara sus conocimientos a la fisión nuclear en el proyecto que luego crearía la bomba atómica según asegura David Schrader, biógrafo del científico en la universidad de Marquette. Wilson, waterpolista en los JJOO de 1932, realizó un estudio sobre la propulsión de los peces en el acuario de Chicago intentando que Johnny Weissmuller la adoptara.

La técnica tardó mucho en adoptarse a otros estilos, pues siempre fue asociada al estilo de mariposa. Uno de los que primero adaptaron la técnica fue David Berkoff. En 1988 Berkoff estableció varios records del mundo en 100 espalda empezando las pruebas con un submarino de 35 metros utilizando el movimiento ondulatorio de delfín. Cuando los rivales empezaron a hacer lo mismo, la FINA prohibió el nado submarino más allá de 10 metros y un tiempo después a 15 metros.

Siete años más tarde, Bob Gillet, entrenador en Arizona, instó a su joven estrella mariposa, Misty Hyman, no sólo para hacer la patada de delfín subacuático, siempre que podía, sino también a nadar de lado para mejorar los efectos de la ondulación. En 1997 Hyman ganaba todas sus carreras de mariposa nadando al menos 35 metros bajo el agua. Un año después la FINA prohibió el nado submarino en mariposa y libre más allá de 15 metros.

A pesar de los éxitos de Berkoff, Hyman y otros, fueron pocos los entrenadores que empezaron a intentar maximizar la ventaja de nadar más rápido los 15 metros submarinos. Muchos creían que el esfuerzo requerido iba en contra del nadador en el resto de la prueba, sobre todo en pruebas de más de 100 metros.

Otro argumento fue que se trata de una habilidad difícil de enseñar y evaluar. Nadie sabía realmente la manera idónea de hacerlo. Nadie sabía si sería una gran ventaja o no. Por lo tanto, por años, muchos entrenadores y nadadores trabajaron en él superficialmente y sin perfeccionarlo.

Nadie midió la ventaja real que el estilo producía hasta que alguien venció de forma espectacular y en la sala de video los entrenadores rivales pensaron en la forma de batirlo, según Schubert. Uno de los primeros en perfeccionar el estilo fue Neil Walker quien se valió de él a finales de los 90 y principios del 200 para batir en piscina corta al campeón olímpico de espalda Lenny Krayzelburg. Según Schubert “todos hemos aprendido de él y le hemos copiado la idea”

En agosto de 2002, Phelps rompió el record de los 400 estilos en una dura lucha con Erik Vendt en los campeonatos nacionales USA en Fort Lauderdale (Florida). En la carrera igualada, Phelps se catapultó en el último viraje con su patada submarina para salir claramente por delante de Vendt y batirlo. Phelps acababa de comprobar como de impresionante podía ser esa ventaja. Era solo el principio de un trabajo diario que le ha llevado hasta hoy donde ya ha evolucionado y perfeccionado el movimiento. A él se le unieron figuras tan relevantes como Natalie Coughlin, Ryan Lochte y Aaron Peirsol.

Un año antes de los Juegos Olímpicos del 2004 en Atenas, los entrenadores norteamericanos se reunieron y acordaron que necesitaban comprender mejor la patada de delfín. Era ya evidente que era importante. Pero no había prácticamente ninguna investigación sobre el tema. ¿Cuánta diferencia podía ofrecer? ¿Cómo enseñarlo? ¿Cuál era el mejor enfoque para incorporarlo?.

La USA Swimming se puso en contacto con un grupo de científicos en la Universidad George Washington quienes han estudiado cómo los peces nadan en su esfuerzo para ayudar en el diseño de pequeños submarinos para la Armada.

El coordinador de biomecánica de la natación norteamericana, Mark Russell, se puso a trabajar de inmediato con el equipo de la universidad que incluía a los profesores Rajat Mittal y James Hahn y el estudiante Alfred von Loebbecke. La investigación patrocinada por la USA Swimming comenzó en 2003 y continúa hasta el día de hoy.

Basado en un artículo publicado en el Washington Post. Traducido y adaptado por Roger Torné.

A revolution that began with a kick

By Amy Shipley
Washington Post Staff Writer
Friday, June 20, 2008; E01

Even longtime swimming coaches profess to being baffled by the more
than three dozen world records broken in the last 18 months in pools
around the world. They wonder how to fully explain such a sudden and
widespread explosion of speed in a sport contested since the first
Olympics more than a century ago.

The answer, they say, cannot lie solely in the latest high-tech
swimsuits introduced amid a swirl of controversy this winter, because
the world-record smashing began at last year's world championships --
long before the newest of the newfangled apparel came out.

Swimmers, coaches and scientists say it is impossible to pinpoint one
explanation. They cite many contributing factors, ranging from
professional training groups that have sprouted across the United
States to greater access to underwater cameras and other advanced
technology.

But some say the most significant breakthrough has been a revival of a
swimming maneuver developed more than 70 years ago by one of the
physicists who worked on the atomic bomb.

Though utilized for decades, the underwater dolphin kick had not been
fully exploited by the swimming mainstream until Olympic megastar
Michael Phelps and a few other stars began polishing it -- and
crushing other swimmers with it -- in recent years. Some say the
revival has caused a quiet sensation that has been largely drowned out
by the reaction to the suits, whose tightness, futuristic fabric and
seam-free design make swimmers sleeker and more streamlined.

It is the use of the dolphin kick, coaches point out, that keeps
swimmers where they can best take advantage of whatever advantages the
suits offer: underwater.

"You cannot succeed without this skill," said Mark Schubert, the head
coach and general manager of USA Swimming's national team.

"It's a weapon," said Jonty Skinner, the performance science director
for the U.S. national team.

"It's been a quantum-leap difference," said Phelps's longtime coach,
Bob Bowman. "Michael's going 13 meters underwater [using the kick]
instead of five. That was what he did that Ian Thorpe didn't."

Bowman was referring to Phelps's demolition of Thorpe's world record
in the 200-meter freestyle last year, an achievement that stunned fans
at the world championships in Melbourne, Australia. The mark set by
the now-retired Thorpe, the greatest swimmer of his era, had been
considered virtually untouchable before Phelps's swim.

But Bowman said the difference in Phelps's record race (1 minute 43.86
seconds) and Thorpe's 2001 effort (1:44.06) was plain: Phelps stayed
underwater longer off the turns, executing the undulating motion with
his entire body that is designed to mimic a dolphin's use of its
flipper. It wasn't that Thorpe did not use the dolphin kick. All elite
freestylers have for years, rather than the old-fashioned flutter
kick. But Thorpe came to the surface earlier throughout his race,
dolphin-kicking less and relying more on his freestyle stroke.

The problem for Thorpe? When executed properly, experts say, the
underwater dolphin kick is faster than any stroke except a full-out
freestyle sprint over 50 meters.

Phelps's turns and underwater kicking were the difference, Bowman
said. "Free-swimming 200 straight meters, Ian would probably win
handily."

Also known as the fly kick because of its connection with the
butterfly stroke, the underwater dolphin kick has become so important,
some coaches contend, it has earned its own classification.

"There are now five strokes," Schubert said. "The fifth stroke is the
underwater dolphin kick."

Origins of the Kick

The underwater dolphin kick attracted the interest of swimming
innovators as early as the 1930s. The late Volney C. Wilson explored
its possibilities before diving into later work on nuclear fission and
the atomic bomb, according to David Schrader, a research professor at
Marquette University who is Wilson's biographer.

Schrader said Wilson, an alternate on the 1932 Olympic water polo team
who studied fish propulsion at a Chicago aquarium, claimed to have
shown the kick to Johnny Weissmuller, a training mate at the Illinois
Athletic Club.

"Weissmuller reproduced it perfectly, but was not impressed by it,"
said Schrader in a phone interview, recalling a conversation with
Wilson.

Indeed, the kick did not immediately take off. For years, swimmers
relied on the flutter kick in the freestyle. The dolphin kick has
always been associated with the butterfly, which was not contested in
the Olympics until 1956.

One of the first swimmers to turn heads with the underwater dolphin
kick was David Berkoff, a Harvard graduate who became known for the
"Berkoff Blastoff." In 1988, Berkoff set several world records in the
100 backstroke by dolphin-kicking for 35 meters underwater at the
start of the race. When rivals began doing the same, FINA, the sport's
international governing body, acted quickly, banning underwater
swimming in the backstroke for more than 10 meters, then later, 15
meters.

Seven years later, Arizona-based swim coach Bob Gillet urged his young
butterfly star, Misty Hyman, not only to do the dolphin kick
underwater as long as she could, but also to swim on her side to
enhance the stroke's effects. By 1997, she was winning butterfly races
by swimming 35 meters underwater.

A year later, FINA banned swimming underwater more than 15 meters for
the butterfly and freestyle. (In the breaststroke, swimming underwater
has been banned since the 1950s; however, since 2005, competitors have
been allowed one downward dolphin kick off the turns.)

'We All Studied Him'

Despite the success of Berkoff, Hyman and others, few coaches were
tempted to try to maximize the available 15 meters of underwater
opportunity. Some looked at the success of Berkoff and Hyman as
something of a fluke, figuring that extra time underwater would
provide only temporary gains. They thought swimmers would surge ahead
but fade at the end of races out of pure exhaustion, particularly in
races longer than 100 meters.

They also worried about safety; no one wanted swimmers passing out
during practice while trying to hold their breath longer than usual.

And because the kick was executed underwater, coaches added, it was a
difficult skill to teach and evaluate. No one really knew the perfect
way to do it. No one really knew whether it would be a big plus or
not. So for years, many coaches and athletes worked on it only
perfunctorily.

"Nobody figures out what's faster until somebody goes faster using it,
then all of the coaches sit in the video room saying, 'How are we
going to beat this guy?' " Schubert said.

Among the first swimmers to perfect the maneuver within the 15-meter
limit, Schubert said, was American Neil Walker, who used to frustrate
four-time Olympic gold medal winner Lenny Krayzelburg in backstroke
races in 25-meter pools (as opposed to the Olympic 50-meter distance)
in the late 1990s and early 2000s. With the extra turns, Walker could
routinely defeat the more acclaimed Krayzelburg, surging ahead in the
underwater portion of races.

"We all studied him," Schubert said. "He was the first great dolphin
kicker. We all studied his underwater technique and copied it."

Then there was Phelps.

In August 2002, Phelps broke the 400 individual medley record in a
close race against teammate Erik Vendt at the U.S. championships in
Fort Lauderdale, Fla. In that race, Schubert recalled, Phelps -- then
a rising teenage star -- passed Vendt in the last 50 meters by
catapulting ahead with his dolphin kick. Back then, however, Phelps
was just learning to use the kick to his advantage. He has mastered it
only recently, coaches say, putting him in an elite group along with
Americans Natalie Coughlin, Ryan Lochte and Aaron Peirsol.

A year before the 2004 Olympics in Athens, U.S. swimming coaches got
together and agreed they needed to better understand this dolphin
kick. Clearly it was important. But there was virtually no body of
research on the topic. How much of a difference did it make? How
should they teach it? Which was the best approach?

They got in touch with group of scientists at George Washington
University who had been studying how fish swim in an effort to aid in
the design of small submarines for the Navy. USA Swimming's
biomechanics coordinator, Russell Mark, immediately set the GW team --
which included professors Rajat Mittal and James Hahn and student
Alfred von Loebbecke -- to the task of studying the underwater dolphin
kick. The USA Swimming-sponsored research, which began in 2003,
continues to this day.

"The advantages of doing it," Mittal said, "are very apparent to
everybody."

The race has since been on to implement the kick.

"I've talked to people about the fly kick being a weapon for your
swimming that you must have," said Eddie Reese, a two-time Olympic
team coach at the University of Texas. But in years past, "I was
always disappointed I wouldn't see [school-age swimmers] doing the fly
kick underwater. . . . In the last five years, I've been seeing it
more and more.

"Michael Phelps, Ryan Lochte and Aaron Peirsol -- you can't compete
with them unless you can fly kick."
.

Sunday, April 10, 2005

El entrenamiento del batido de piernas

En el capítulo 11 del libro Championship Swim Training de Bill Sweetenham y John Atkinson publicado en 2003 por Human Kinetics se pone énfasis en el entrenamiento de las piernas y brazos. Se hacen sugerencias para el correcto uso de paletas (paddles) y patas de rana (flippers).

Afirman que las series de piernas y de brazos deben estar incluidas en todo tipo de entrenamiento a saber: trabajos de endurance, series cortas de calidad y series de velocidad.

Pondremos especial atención a lo recomendado para el entrenamiento de las piernas debido a su importancia para la ejecución del "quinto estilo".

Los autores comentan que ven a nadadores utilizar mucho más que antes una potente de patada delfín después de la partida y de las vueltas en los estilos mariposa, espalda y libre. Este esfuerzo genera una mayor demanda en las piernas que tienen grandes y poderosos músculos (cuadriceps) que requieren grandes cantidades de oxígeno, especialmente si no están bien entrenados.

Por ejemplo en los 100 metros espalda en piscina corta el nadador puede nadar sumergido hasta los 15 metros después de la largada y de cada una de las tres vueltas lo que suma el 60% de la distancia de la prueba.

Sugieren los autores que los entrenadores deben tener en cuenta cuando hacen sus planes de entrenamiento el correcto acondicionamiento de las piernas de sus nadadores.

Cuando los nadadores se encuentran en una competencia, deben competir como han entrenado. Cuando los nadadores se encuentran en una situación competitiva donde deben hacer un uso potente de las piernas para definir una competencia y estas no han sido correctamente entrenadas hay grandes posibilidades de fracaso.

Los entrenadores deben diseñar sus entrenamientos para que sus dirigidos obtengan el máximo beneficio de sus piernas. Si un espaldista quiera nadar sumergido hasta los 15 metros después de cada vuelta debe entrenar para lograr esto.

En algunas series el nadador debería incluso tratar de nadar más de 15 metros sumergido. También el nadador debe conocer cuántos batidos de piernas son necesarios para alcanzar los 15 metros y entrenar esto.

El entrenador debe controlar el tiempo de todas las series de entrenamiento de piernas independientemente de la intensidad fijada para la misma. El hecho de controlar el tiempo de las series hace que el nadador sienta la importancia de lo que está haciendo.

El entrenador debe motivar a sus nadadores a trabajar las piernas de acuerdo a la intensidad requerida por la serie para evitar que "floten" con las tablas. Incluso cuando la serie no es de alta intensidad los deportistas deben concentrarse en la técnica de la patada y NO conversar con los demás.

Entrenamiento con patas de rana (flippers)

El entrenador debe restringir la cantidad de trabajo que se realiza con los flippers. Estos pueden andar bien para trabajos de repeticiones con poco descanso y series de sprints.

Una potente patada es fundamental para un velocista. El uso de los flippers no debe exceder el 50% del total del tiempo utilizado en cualquier actividad.

Una cuestión que los entrenadores deben considerar es si el uso de los flippers mejora la capacidad de pateo de sus dirigidos. Los autores del libro opinan que los flippers proporcionan estabilidad a la parte superior del cuerpo. También creen que el entrenamiento de resistencia de las piernas con un drag suit o cinturón mejorará la capacidad de la patada.

Sugieren que los entrenadores deben introducir series de resistencia de patada en sus programas y continuar este tipo de trabajos con series de velocidad de piernas utilizando flippers. Afirman no estar seguros que el trabajo con flippers mejore la patada del nadador. El uso de los flippers permite cubrir mayores distancias en menos tiempo.

Series de trabajo de piernas
Sugieren que los entrenadores y nadadores controlen permanentemente el trabajo de pierna controlando los tiempos de las series, contando las patadas de pecho y mariposa realizadas, controlando el ritmo cardíaco después de cada repetición y comparar luego con otras series de entrenamiento.

Serie para endurance
1x1000 metros de patada crol. Objetivo: igualar o mejorar el tiempo de nado de los 1500 libre.
200 de nado suelto.
1x600 de metros de patada crol. Objetivo: igualar o mejorar el tiempo de nado de los 800 libre.
200 nado suelto.
1x300 metros de patada del estilo principal. Objetivo: igualar o mejorar el tiempo de nado de los 400 metros del estilo.
200 metros de nado suelto.
150 metros de patada del estilo principal. Objetivo: igualar o mejorar el tiempo de de nado de los 200 metros del estilo.
200 metros de nado suelto.
Total: 2050 metros de patada. 2850 metros totales incluyendo el nado suelto.

Tuesday, April 05, 2005

Empieza la discusión

He decidido crear este web log relacionado con lo que alguno denominan "el quinto estilo" con el objetivo de generar un espacio de discusión sobre este aspecto técnico y creo que fundamental en la natación moderna.

Denomino "quinto estilo" al nado submarino boca abajo o boca arriba con los brazos extendidos y produciendo una potente movimiento ondulatorio desde la cintura hasta la punta de los pies. La mayoría lo denomina simplemente nado de delfín y los mejores nadadores lo ejecutan manteniendo firme sin ondulación la parte superior del cuerpo que va desde las manos hasta casi la cintura.

Las preguntas que me hago son si en Argentina:
¿Se enseña el quinto estilo?
¿Se entrena el quinto estilo?
¿Se tiene conciencia de la importancia que tiene su dominio especialmente en las competencias en piscina de 25 metros?
¿Qué metodología se aplica para su enseñanza?
¿Qué drilles se utilizan para su enseñanza y corrección?
¿A qué edad es conveniente comenzar con su práctica?

Basta ver cualquier video de alguna de las últimas competencias internacionales y darse cuenta que por ejemplo en las pruebas de mariposa y espalda un nadador de calibre internacional recorre un mayor porcentaje de la prueba nadando el quinto estilo que nadando el "estilo" de la prueba.

Invito a todos aquellos que quieran sumarse a este "foro" (técnicos, nadadores)a que aporten sus conocimientos, ideas, experiencias en el asunto y relaten como lo entrenan, practican y si no lo hacen.......

Vayan agregando sus comentarios comments (donde está el lapiz).

Jorge Aguado